Domingo en la heroica Veracruz
Los habitantes de una ciudad heroica son los descendientes, se puede decir, de quienes no la hicieron heroica, a menos de que los héroes hayan muerto después de procrear o que lo verdaderamente heroico sea sobrevivir. En esto pienso mientras atiendo, no falto de alegría, a una orquesta en la Plaza de la Constitución de 1857, en la antigua población de Buitrón (más antigua, y no, que La Antigua), cuatro veces fundada, cuatro veces heroica, dos veces capital nacional; locación de esclarecidos episodios bélicos, que no parecen corresponder ni con estos músicos ni con estos danzantes, tan elegantes en su danzón. Difícil imaginárselos en una guerra… La tarde huele a medianoche, y a volován el crepúsculo salado. Paso por afuera de San Francisco, gloria de liberales y masones, con dirección al lugar donde lo esperado es que golpeemos el vaso con la cuchara; después me asomo a ver al Cristo del Buen Viaje en mi camino hacia La Nueva Bomba (¡el arroz a la tumbada, que en verdad tumba!). Este domingo se reúnen, como cada semana, los veracruzanos de heroico bailar y algazara muda en la Plazuela de la Campana (un ciego levanta su bastón como poniéndolo a bailar), y por el malecón aquellos que tienen niños para ver a Veracruz de veras a la vera del mar. ¡Los barcos! Surcaré Veracruz: falso palíndromo que llega a mi cabeza por mor de respirar, sin querer queriendo, el heroísmo cotidiano de esta múcara ciudad calavera, “último puerto del Mediterráneo”, a decir de Carlos Fuentes.
La foto la tomé en el Patio de Vergara.
Hola Jorge me gustaría poder platicar contigo acerca del edificio en el que vives, La Casa Borda, necesito contactarte pues es para un trabajo de mi diplomado para ser Guía de turistas que imparte el IPN, de la materia Historia del Arte. Ojala pueda ser antes del 29 de septiembre pues lo tengo que presentar. Gracias!!!